Descripción
Presentación: 750
Su abuelo llegó al Uruguay en la década del 20, proveniente del Piemonte y como tantos inmigrantes, en base a su esfuerzo y tesón, logró construir una importante posición empresarial. En los años 50 y 60, los vinos de Angel Fallabrino eran muy consumidos y los producía en dos bodegas, una en Melilla y la otra en Colón. Los hacía con las uvas piamontesas de sus viñedos – Nebbiolo, Barbera o Grignolino – tintos, blancos y rosados, sin faltar un espumante y el vermut. A Pablo esta tradición lo marcó y lo impulsó a crear su propio proyecto con el apoyo de sus hermanos Alejandro y Federico